«He aquí una efeméride nacional, que causó gran júbilo en la populosa grey del artesanado. El Consejo de Castilla hace pública una Real Cédula declarando que todas las artes y oficios tendrían en lo sucesivo consideración de actividades honestas y honradas, siendo únicamente causa de vileza el delito, la ociosidad y la vagancia.
Los gremios festejaron, con la alegría que es de suponer, tan humana disposición, que daba al traste con la pragmática de don Juan II, del año 1447, por la cual aquel monarca declaró bajos y viles, entre otros, los oficios de sastre, zapatero, carpintero, pedrero, herrero, barbero, especiero, carnicero, etc. Vigo contaba con una densa población gremial, según hemos reflejado en varias páginas de este diario, y es de suponer que, con el motivo reseñado, hayan echado a la calle sus danzas y gaitas».
18 de marzo de 1783. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Ediciones Monterrey, 1960).