Pobre Dinoseto de Vigo que descansa olvidado de los mínimos cuidados en compañía de su cría. Los desperfectos son evidentes y es una vergüenza que uno de los símbolos más llamativos de la ciudad permanezca en este estado tan lamentable. Ya sabemos que su ubicación real es la Porta do Sol, que ahora está totalmente desmontada por la construcción del túnel, y que esa localización actual, en la Alameda —Praza de Compostela—, es transitoria, pero eso no justifica el abandono. Los forasteros siguen fotografiándose junto a él y su cría y la imagen que damos no es, precisamente, la de una ciudad cuidada en todos sus detalles. Por un coste irrisorio puede mantenerse en perfecto estado.