Muchas personas echan de menos el contador de la violencia de género que estaba colocado en este punto de la Ronda de Don Bosco, en la ciudad de Vigo. Ahora sólo está el cartel que se observa en la fotografía, en el que se anuncia el espacio contra la violencia de género. Sin embargo, lo cierto es que pasa inadvertido para los viandantes.
La violencia de género es tan grave que debiera reponerse el antiguo contador como una llamada continua a la atención general, con los dígitos que, desgraciadamente, siguen avanzando día tras día como un grito agudo contra la injusticia y el salvajismo machista. Quizá el mantenimiento del contador sea complejo y algo costoso, pero constituye una imagen viva y desgarradora de las mujeres muertes a mano de sus verdugos, algo realmente impactante. Deberían reponerlo.