Esta es una fotografía actual tomada en la Avenida de Beiramar, de Vigo. Antaño ese muro servía, como hoy, para descanso de las personas que paseaban a la orilla del mar, con un frente marítimo que tenía el agua de la ría como protagonista. Como ya se ha comentado en muchas ocasiones, con el paso de los años fueron haciéndose rellenos y remodelaciones y el mar está cada vez más alejado de la vida ciudadana. En los años sesenta del pasado siglo XX la ciudadanía todavía disfrutaba junto al mar e incluso se bañaba saltando desde los malecones o simplemente bajando las escaleras de los muelles, algo que ya no se puede hacer en la ciudad de Vigo. Sin embargo, otras poblaciones gallegas sí supieron conservar ese privilegio de la cercanía a las aguas. Sirva como ejemplo la ciudad de A Coruña, donde, al margen de sus playas urbanas, se puede pasear junto al mar e incluso bañarse en sus aguas sin alejarse del casco urbano, con un enorme paseo peatonal. Quizá Vigo recupere algún día esos privilegios que no ha sabido conservar.