La imagen habla por sí sola. Se trata de la Baixada ó Pontillón, que carece de acera por el lado izquierdo y por el derecho presenta una estrechez tan acentuada que difícilmente se puede caminar. Por si eso fuera poco, en gran parte del recorrido las zarzas ocupan parte de la acera -si así puede llamarse-, y los vehículos circulan a bastante velocidad.
Sería una buena iniciativa que el Concello de Vigo abordara la humanización de esa vía, cada vez más utilizada por los vecinos, además de ser una de las conexiones con el Parque de Castrelos.