Los peatones no son conscientes de los peligros a los que están expuestos al desplazarse por las calles. Se supone que cada ciudadano es consciente y responsable de las medidas que tiene que tomar para evitar los daños a terceras personas, pero lo cierto es que los peligros siguen estando ahí.
Entre los peligros podemos mencionar las macetas colocadas en los alféizares, balcones y terrazas, las tejas mal ajustadas y las canaletas de los tejados, las ventanas y las persianas defectuosas, y también los balcones. En la fotografía puede apreciarse un balcón que está apuntalado, seguramente porque ya ha dado alguna muestra de su inestabilidad.
Lo curioso es que está apuntalado sobre el balcón que está justo debajo, y ese segundo balcón, además de su propio peso, ahora debe soportar el peso del que está encima. Es de suponer que los técnicos que han hecho ese refuerzo ya habrán tenido en cuenta todos los factores de seguridad porque, de lo contrario, podría dar lugar a un peligroso desprendimiento en cascada sobre la calle.