En 1913, hace ahora 110 años, aparecía en Vigo una fantasía de los Alpes austríacos. El chalet ‘El Pilar’, una obra singular y ecléctica, es hoy la Casa da Xuventude, en la calle López Mora. La formidable obra del arquitecto José Franco Montes aparece hoy deslucida entre las medianeras de altos edificios.
Con su torreón, sus estilizados ventanales y sus tejados apuntados, ‘El Pilar’ fue encargado por el indiano Camilo Teijeiro Marín, quien a su regreso a Vigo quería tener una residencia singular, que destacase por su elegancia en lo que, a principios del siglo XX, era una zona periurbana, uno de los más hermosos barrios de Vigo, con casas para los ciudadanos más acomodados, que presumían y competían por dar más lustre a sus residencias.
Teijeiro eligió bien a su arquitecto, José Franco Montes, arquitecto municipal y diocesano durante varios años y un autor destacado del Vigo de principios del siglo XX. El edificio sigue la línea del pintoresquismo que triunfaba en Centroeuropa en esa época. También incluye elementos modernistas y neomedievalistas. De alguna forma, se inspira en las casas de recreo de los Alpes suizos, con tejados en varios ángulos y dos puntiagudas torres que confieren más identidad al conjunto.
El diseño alpino no es casual. Para inspirarse, Franco Montes consultó láminas austríacas, alemanas y francesas, porque siempre intentó dar un toque de originalidad a sus obras. Suyo es el monumental edificio del ayuntamiento de A Estrada, el colegio de los Jesuitas en la calle Sanjurjo Badía o la espectacular iglesia de Santa Cristina de Sabarís, que tradicionalmente ha sido bastante ignorada para los elogios que sin duda merece.
Franco Montes había nacido en Vigo en 1879, en una familia acomodada. Su padre, Manuel Franco y Franco, era concejal del Ayuntamiento. Estudió el bachillerato en el colegio de los Jesuítas de Camposancos, en A Guarda. Con 24 años, terminó su carrera de arquitectura en Madrid. Casado con Emérita Fernán-Díez, el matrimonio tendría una hija, Matilde, que contraería matrimonio con el marqués de la Sala de Partinico, el diplomático Manuel Thomas de Carranza y de Luque-Romero.
Para cuando le encargan el chalet ‘El Pilar’, Franco Montes es ya un profesional muy reconocido, que desde 1905 ostenta el cargo de arquitecto municipal de Vigo. Al año siguiente, en 1906, fue vicepresidente de la Asociación de Arquitectos de Galicia. Además, en 1908 se convierte en el fundador de la Cámara de la Propiedad Urbana de Vigo. Paralelamente, participó en política, dentro del Partido Liberal, con el que fue elegido concejal de la Corporación viguesa en 1909, con treinta años. También fue diputado provincial.
Con la Guerra Civil, en el año 1938, pasó a ser teniente de alcalde y llegó a convertirse en regidor en funciones. El artista y político fallecería poco después, a los 60 años, en 1939.
Otra de sus obras más afamadas es la casa de los hermanos Suárez, en el número 2 de Montero Ríos. Y el edificio original de Escuelas Nieto, en la calle Ramón Nieto. Pero sin duda, fue el chalet ‘El Pilar’ su obra más peculiar, con ese aire alpino austríaco que, hace ahora 110 años, en 1913, emergió para quedarse en el centro de Vigo.