Esa planta trepadora y de flor vistosa que se observa en la fotografía, “ipomoea purpura”, parece ser la única habitante del Policlínico Cíes, en la ciudad de Vigo. Nunca podremos comprender por qué se cierran instalaciones hospitalarias públicas cuando existe una gran demanda de ellas, ni por qué se tira el dinero público de un modo tan alegre.
Quizá sea por aquello de la “pólvora del rey”, porque ninguna empresa privada hubiera optado por prescindir gratuitamente de una instalación similar. Es una vergüenza que las autoridades públicas permanezcan de brazos cruzados con una instalación hospitalaria cerrada hace años y que sigue desmoronándose a la espera de que alguien tome la decisión adecuada.