En este caso que se observa en la fotografía, un grupo —una familia— de palomas ha ocupado un hueco bajo el balcón de un edificio de una una ciudad. Las palomas entran y salen a su conveniencia sin que nadie lo perciba, y su gorjeo característico queda apantallado por el bullicio urbano mientras debajo, en el local comercial, una empresa de trabajo temporal continúa con su ritmo cotidiano, al fin y al cabo, todo el mundo busca un hueco para vivir.