Esta es la relojería “Gerardo Relojes Antiguos”, en el número 31 de la Rúa Álvaro Cunqueiro, de Vigo. Su propietario, Gerardo, es un trabajador incansable y es muy fácil verlo de noche en su taller a través de los cristales, con la lupa en un ojo y las herramientas en sus manos, ajustando las maquinarias de los relojes antiguos que le confían sus clientes.
Es un gran relojero y es un auténtico espectáculo observar el escaparate y los relojes de las paredes, son sus maquinarias funcionando y marcando el paso del tiempo. Gerardo ha sido durante muchos años la persona responsable de ajustar el reloj de la torre del Instituto Santa Irene, el que marca las campanadas de la noche de Fin de Año en la ciudad de Vigo, una responsabilidad añadida a su trabajo cotidiano que bien merece un reconocimiento.