A mediados de agosto, Vigo se mantiene fiel a su cita con la romería de San Roque, una antigua fiesta popular que hunde sus raíces en la tradición rural. Vuelven a la antigua finca los puestos, la música y la comida al aire libre, pero sobre todo la interminable afluencia de gente con exvotos a la capilla del viejo pazo situado en el antiguo camino carretero que salía desde la ciudad hacia el antiguo barrio de A Salgueira.
Como San Brais en invierno, en verano San Roque le devuelve a Vigo la memoria de su antiguo carácter rural, que todavía pervive en una ciudad que tiene matriculados más tractores que autobuses. O que cuenta con una nutrida cabaña vacuna, caballar y porcina, debidamente registrada por la inspección veterinaria, repartida por las distintas parroquias del extrarradio vigués. Esta pervivencia de la agricultura y la ganadería es un hecho asombroso en una ciudad que tiene censados trescientos mil habitantes, aunque la habiten muchos más.
Ruth Matilda Anderson
Si visitamos la finca en la edición de 2023 encontraremos muchas escenas que parecen traídas de otros tiempos. Pero sólo contemplar las fotos de hace un siglo nos permitirá comprobar que realmente todo ha cambiado. Y el mejor ejemplo es la imagen captada en 1924 por la fotógrafa norteamericana Ruth Matilda Anderson, en la que aparece un grupo de músicos en la finca. La joven llegó a Vigo desde los Estados Unidos el 7 de agosto de 1924, a bordo del buque “SS Rousillon”, acompañada por su padre, Alfred Theodore, con la misión de realizar un gran reportaje sobre Galicia encargado por la Hispanic Society of America.
«Aguas verdes» de las Cíes
Ruth Matilda dejó memoria de aquella visita en su libro, publicado en 1939, “Gallegan provinces of Spain. Pontevedra and La Coruña”, donde elogia las “aguas verdes” de las islas Cíes y se maravilla con el trazado de Vigo desde O Berbés hasta O Castro: “La ciudad es un otero granítico coronado por una fortaleza angulosa y pétrea”. Vigo contaba entonces unos 50.000 habitantes y, tras realizar diferentes visitas, la fotógrafa tuvo ocasión de pasar a conocer la romería de San Roque, que se celebraba en esos días. Allí se admira con la ermita, con los músicos tradicionales y con los tipismos de la época.
Ambiente festivo
Si vamos a los diarios de aquel día encontramos el ambiente festivo que había esos días en Vigo: “Hoy y mañana se celebrará la fiesta de la Virgen de la Asunción, Patrona de la ciudad”, afirma el diario Galicia del jueves 14 de agosto de 1924. Actuaron en el paseo de As Avenidas tanto la banda municipal como la del regimiento de Murcia y esa noche se lanzaron fuegos artificiales, de los que pudo disfrutar la joven Anderson. Ya en la noche del día 14 se celebraron las vísperas de San Roque “en la magnífica finca de los señores Quiroga”.
Patrona de Vigo
Paralelamente, se celebraban esos días las fiestas de la patrona de Vigo. El 15 de agosto hubo misa solemne en la colegiata de Santa María, a la que siguió una procesión presidida por el alcalde, Adolfo Gregorio Espino. Pero en San Roque la animación no descansa: “Durante toda la mañana se dirán misas en la capilla y, por la tarde, habrá baile campestre, meriendas, sesteo a caño libre en la robleda, etcétera”, firma el diario Galicia. “Las vísperas estuvieron animadísimas. Hoy y mañana sigue la popular romería, amenizada por varias bandas y gaitas”, continúa el periódico que comenta que “se bailó animadamente con derroche de buen humor, siendo muchas las personas asistentes a pesar de lo desapacible del día”.
Sucesos
Hubo en aquella romería de hace un siglo espacio para los sucesos, según leemos en los diarios. José Conde, vecino de Sárdoma, tuvo que ser atendido aquel día en la casa de socorro tras abrirse la cabeza al caerse de un tiovivo que estaba instalado en el exterior de la finca. También fue atendido otro vecino de Pontevedra, José Gómez, que se cayó al suelo durante uno de los bailes.
Finca de San Roque
Al año siguiente, en 1925, hay también una fotografía de Francisco Javier Llanos Trápaga, padre del fotógrafo Ángel Llanos fallecido en 2012, en la que vemos a unos niños descalzos en la romería ante la ermita. Precisamente en 1925 fue adquirida la finca de San Roque por la Caja de Ahorros Municipal de Vigo, por lo que pronto se celebrará el centenario de tan trascendental acontecimiento y de sus consecuencias.
Son estampas de una romería de hace prácticamente un siglo, que la realidad nos devuelve en Vigo cada vez que, mediado agosto, la ciudad se encuentra con su pasado más rural en la histórica romería de San Roque.