Han comenzado las disputas entre el Concello de Vigo y la Xunta de Galicia por la antigua estación de autobuses de la Avenida de Madrid. Ambas partes reclaman las instalaciones mientras los vecinos esperan una solución satisfactoria que beneficie al barrio e incluso a la ciudad.
Conviene recordar que la terminal fue inaugurada en el año 1989 y que costó alrededor de ochocientos millones de pesetas de la época. Pero tenía varios inconvenientes, siendo los principales la gran distancia al centro de la ciudad y la imposibilidad de que los autobuses de dos pisos, aunque poco frecuentes, pudieran entrar en sus instalaciones.
Con el paso de los años fue abandonándose, sin dedicarle más mantenimiento que el imprescindible y muchos locales fueron cerrando sus puertas e incluso se observaba mal ambiente en algunas zonas. Durante años, la ciudad de Vigo estuvo necesitando una estación de autobuses en condiciones y el proyecto de la nueva estación del tren de Urzaiz se encargó de englobarla; sin duda, un gran acierto.
Ahora, la nueva estación intermodal de autobuses, que abrió sus instalaciones en diciembre de 2022, está ubicada en el centro de la ciudad y permite su conexión con el tren. La antigua estación de autobuses, por su parte, quedó definitivamente cerrada y se convirtió en motivo de disputa. Sería muy triste que las interminables discusiones políticas y el absurdo compás de espera contribuyan a su deterioro lo mismo que ya está ocurriendo con otras instalaciones para las que hay grandes proyectos, pero muy pocas realidades.