El tedio invade las casas y los listillos buscan cualquier disculpa para salir a dar un paseo. Algunas personas salen a pasear con el perro y lo hacen con más frecuencia y mucho más largos de lo habitual. Otras personas van al supermercado varias veces para realizar compras pequeñas que podían englobarse en una compra conjunta o en un pedido, o van a supermercados lejanos. Muchas personas ni siquiera se molestan en usar guantes y mascarillas, y se ven casos en los que las llevan en la mano como si fuera un complemento del vestir y no una necesidad de protección y prevención.
El tedio nos invade y estimula nuestra imaginación y las ganas de salir de casa. Llega el momento en que nos entretenemos con cualquier cosa, incluso con observar el descanso de las moscas, como esa que muestra la fotografía.