El historiador José Manuel Hidalgo Cuñarro es la gran autoridad que revolucionó la arqueología de Vigo en los años 80 del siglo XX. Con una dedicación desbordante y armado con las ideas de debate que acababa de abrir la New Archaeology en los 70, excavó los más importantes lugares del área de Vigo, incluso convirtiendo el castro de Troña, en Ponteareas, en una auténtica “escuela de verano” en la que se formó toda una generación de futuros investigadores.
Hidalgo fue también director del Museo de Castrelos, donde organizó una Escuela-Taller de Arqueología en Vigo y un laboratorio para tratar y clasificar el ingente material hallado en sus trabajos. Pero su gran objeto de estudio fue el monte de O Castro, en el que impulsó ocho campañas sucesivas de investigación entre 1981 y 1988, que dieron como resultado la localización de más de 45 estructuras pétreas e incontables piezas tanto nativas como romanas, que luego catalogó en números artículos científicos.
Breve Historia de O Castro de Vigo
Ahora, Hidalgo Cuñarro reúne toda esa experiencia en una obra ambiciosa pero para todos los públicos, su “Breve Historia de O Castro de Vigo”, que Editorial Elvira presentará el próximo jueves 9 de mayo y que ya está en las librerías.
Se trata de una obra divulgativa pero también científica, que no se queda en el viejo castro romanizado sino que avanza hasta nuestros días, pasando por los vestigios de la Edad Media o la importancia de la Edad Moderna con la gran fortaleza que corona el monte, que sería testigo también de la batalla de Rande y, ya en la recién estrenada Edad Contemporánea, con la llamada Reconquista de Vigo frente a las tropas napoleónicas.
La obra es también una pequeña joya editorial, con fotografías del propio Hidalgo Cuñarro, reproducciones de postales y grabados de su colección particular, además de dos grandes desplegables en los que Manuel García Ávila presenta recreaciones virtuales en 3D que nos llevan al poblado castreño o al aspecto de la fortaleza hacia 1706.
O Castro de Vigo, viejo poblado castreño
En su historia del viejo poblado castreño, Hidalgo no duda en señalar que, junto al de Santa Trega, en A Guarda, era el más grande de Galicia. Algunos estimaciones señalan hasta cinco mil habitantes en aquella primitiva población que, con el establecimiento romano, bajaba a trabajar a las salinas y tanques de salazón de la zona ribereña.
El autor rinde homenaje a los arqueólogos que trabajaron antes que él, como el portugués Francisco Martíns Sarmento, el gran descubridor de la Citania de Briteiros, en Guimaraes, quien cursó visita a Vigo en 1880 y dejó importantes notas arqueólogas, entre ellas anotaciones sobre el monte de A Guía que deberían invitar a una excavación sistemática pendiente. También señala los primeros hallazgos en 1928, así como la visita del célebre arqueólogo alemán Obermaier en 1929.
Homenaje a Álvarez-Blázquez
Sin duda, Hidalgo rinde homenaje a los enormes trabajos de Xosé María Álvarez-Blázquez, con sus excavaciones en 1952 en las que aparecen los primeros restos de Terra Sigillata Hispánica, así como estructuras habitacionales nuevas en O Castro. Y a los trabajos renovados en 1970, en los que colaboró el entonces director del Museo de Castrelos, Ángel Ilarri. Allí ya aparecieron más construcciones e incluso una moneda de Trajano.
Pero lo cierto es que las grandes campañas sistemáticas sucesivas fueron las de Hidalgo, de 1981 a 1988. Ya en 1982 esos trabajos habían descubierto 18 estructuras nuevas, algunas de las cuales darían lugar a nuevas interpretaciones, como silos para alimentos o incluso un posible edificio usado para el baño termal.
Museo de Castrelos
De aquella época vienen piezas que se recogen en el libro como el ánfora Haltern 70 entera e intacta que hoy se expone en el Museo de Castrelos. O los restos de la lucerna dedicada a la diosa Niké, la Victoria. Efectivamente, el concepto de “Victoria” aparece así en Vigo muchísimos siglos antes de que comenzase a salir la procesión del Cristo…
El libro “Breve historia de O Castro de Vigo” avanza luego por la época medieval, donde vemos la imagen en piedra de Santiago de Vigo que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional y para la que el autor pide al menos una réplica en la ciudad. También se analiza con detalle la propia fortaleza de O Castro, con sus tres recintos, la mejor conservada del siglo XVII en Galicia.
Grabados y planos
Hidalgo Cuñarro avanza luego hasta prácticamente la actualidad, presentando grabados y planos, algunos inéditos, que representan el monte de O Castro, o momentos recientes como el (afortunadamente) frustrado proyecto urbanístico de Antonio Palacios, que habría arrasado completamente todo este patrimonio histórico.
En resumen, estamos ante un libro precioso como objeto editorial, con un gran trabajo de la Editorial Elvira. Pero también con un trabajo formidable en el que Hidalgo Cuñarro nos traslada sus enormes conocimientos sobre el monte donde empezó la historia de Vigo. Presidiendo el centro de la ciudad, la vieja mole de O Castro todavía tiene mucho que contarnos…