Sus calles principales, llenas de comercios y de bullicio, sorprenden al forastero. Y a ello es preciso añadir el espectáculo callejero de numerosos artistas urbanos que eligen esta urbe del noroeste peninsular como escenario de sus habilidades. Concretamente, la calle del Príncipe es el lugar coincidente para guitarristas, cantantes, mimos y bailarines. Así, la conocida como Plaza de la Farola, en la confluencia de Príncipe con la Rúa Colón y la Rúa Urzaiz, ha servido de pista de baile para dos jóvenes que, en un ambiente de expectación y simpatía, han emulado a Michael Jackson de un modo realmente brillante. Los numerosos espectadores de todas las edades que se acercaron para observar el espectáculo pudieron disfrutar de las contorsiones y piruetas, e incluso asombrarse, una vez más, con el “moonwalk”, ese paso de baile tan característico y tan difícil de imitar que popularizó el famoso y desaparecido cantante norteamericano.