Es una plaza pequeña y coqueta, intimista, en la que poco a poco va ganando terreno el buen ambiente y los establecimientos hosteleros. En la misma plaza está la Biblioteca de la Fundación Penzol, que ocupa el antiguo Concello de la ciudad, construido en 1859, y que tiene otra fachada, además, en la contigua plaza de la Constitución.
Las terrazas de los establecimientos hosteleros de la plaza se convierten en lugar de encuentro diario de numerosos vigueses que se dan cita para disfrutar de esos árboles que ahora están teñidos con los colores del otoño. Un lugar para disfrutar de la tranquilidad en el corazón de la ciudad.