Fallece en Madrid, donde había nacido, don José Elduayen y Gorriti, hijo adoptivo de Vigo, que le debe sin duda alguna aquel impulso vigoroso que, ahora hace un siglo, recibió la ciudad, encaminada desde entonces por vías de un programa ininterrumpido. Después de ocupar diversos cargos y desempeñar comisiones importantes como ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, vino a Galicia en cumplimiento de una de aquellas misiones, “sin sospechar que en esta región habían de hacerle cambiar las circunstancias su carrera de ingeniero por la agitada carrera de la política.
Adivinaron sus amigos de esta ciudad en el ingeniero señor Elduayen un hombre de asombroso talento, de profundísima percepción intelectual, de carácter enérgico y de voluntad invencible, apto por todos conceptos para el gobierno de los del pueblo, de inestimables dotes para conseguir el engrandecimiento del distrito que le dieran sus votos, y le obligaron a que aceptase la representación de la ciudad, de que fue investido por primera vez en 1857. No puede dudarse que aquél ha sido, en efecto, uno de los mayores aciertos de Vigo en su historia política.
Elduayen fue un batallador incansable, capacitado, de autorizada voz, respetado y querido por todos, cuyos desvelos cuajaron en multitud de frutos concretos, tales como el ferrocarril, los muelles, el relleno del malecón la apertura de las calles del Ramal (Colón). Circunvalación (García Barbón y Policarpo Sanz), Travesía Calvo Sotelo, la demolición de las murallas y consiguiente ensanche de la población, construcción de las torres de la Colegiata, de la Casa Ayuntamiento, mantenimiento del Lazareto de San Simón, ensanche de la carretera de Ourense, cesión de los terrenos de A Laxe al Ayuntamiento, apertura de las Avenidas, carretera a Baiona y La Guardia, habilitación de la finca “El carmen” para hospital, etc.,etc.
Sus restos mortales fueron traídos a Vigo y hoy reposan en severo sarcófago en la capilla de Pereiró, donde una gran placa recuerda sus muchos títulos y merecimientos. Fue, en suma, un hombre y un político ejemplar.
24 de junio de 1898. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Editorial Monterrey, 1960).