Es el país de las fiestas y de la buena comida. En España existe un bar en cada esquina y casi en cada portal, y el horario está hecho a medida de una vitalidad que no existe en ninguna otra parte.
Y Galicia, en concreto, tiene un calendario de fiestas tan denso que unas se solapan con otras. Así es, que además de la típica peregrinación a Compostela también hay personas -conocemos varios casos- que invierten todas sus vacaciones en peregrinar de fiesta en fiesta sin a penas tiempo para el descanso, como si trataran de recargarse de una energía milagrosa que luego necesitarán durante el resto del año para el trabajo cotidiano.