La población costera de Moaña, frente a Vigo, constituye otro buen ejemplo. Moaña tiene un microclima capaz de favorecer el desarrollo de cultivos tropicales como el kiwi, las pequeñas naranjas chinas “kumquat”, las feijoas, etc. La explicación radica en la orientación de las fincas de Moaña, que quedan resguardadas del viento del norte, con una humedad y una temperatura que difieren de otras zonas orientadas en sentido contrario, hacia el norte.
En la ciudad de Vigo no son frecuentes las temperaturas extremadamente bajas, sin embargo, el invierno actual está resultando muy seco y con un frío intenso, tal como puede comprobarse en este antiguo termómetro de coche, donde indica cuatro grados y medio a las ocho y tres minutos de la mañana de un día cualquiera de enero.