En la ciudad de Vigo de los años sesenta, setenta y ochenta del pasado siglo XX existían una pequeñas galerías comerciales que comunicaban la Rúa Velázquez Moreno con la la Rúa Policarpo Sanz. En la actualidad ya no existen porque la desaparecida -y llorada- Caixanova decidió transformar todo el edificio en un centro cultural con galerías de exposiciones, salas de conferencias y diferentes talleres.
La transformación ha quedado excelente, sin embargo, en el recuerdo de la ciudadanía viguesa todavía están presentes aquellas galerías donde había una sala de exposiciones, una agencia de viajes, una zapatería, un histórica relojería y varios establecimientos dedicados a la moda, algunos con gran renombre, como Milo, especializado en moda femenina y regentado por Ernesto Chillón. Pero la vida va pasando de modo inexorable y todo aquello ya forma parte del mundo de los recuerdos, de unos recuerdos muy agradables para quienes vivieron aquella época.