En este balcón de la fotografía ya no queda sitio para incluir más decoración festiva; está completo. Suponemos que en el interior del piso se habrán celebrado las fiestas del carnaval de día y de noche y sin fecha de finalización, con gran ánimo festivo, con ganas de una fiesta que no debe parar. Sin embargo, conviene recordar que el carnaval es una fiesta pagana que antecede a la cuaresma, un desenfreno previo al arrepentimiento y a la introspección, algo que en estos tiempos se tiene bastante olvidado porque sólo se recuerda lo que más nos conviene.