Quien viva en esta casa que muestra la fotografía es, sin duda, gente alegre. Basta con observar esos grandes dibujos colocados en los cristales del balcón, que parecen burlarse del mundo que pasa por delante. En realidad, la gente alegre se manifiesta en todos los órdenes de la vida, sacándole una nota de humor a todo lo que rodea. Incluso en los peores momentos. Pero la decoración de este balcón, que despierta una sonrisa, no constituye un hecho aislado. En alguna ocasión ya hemos puesto la fotografía de un cabezudo en la ventana, de alguna bandera reivindicativa, o de algún dibujo curioso. Porque esas imágenes coloristas también alegran la vida y las ciudades.