Javier Sensat presumía de que sin tener el bachillerato, había conseguido posiblemente, el mayor grupo empresarial pesquero privado de España, con 14 empresas a su cargo, 103 barcos, 2.400 empleados y más de mil millones de pesetas de facturación, por mencionar algunas cifras que puedan dar idea de lo que supuso la empresa Motopesqueros de Altura Reunidos.
Además de un gran hombre de negocios Javier Sensat era una persona preocupada por la sociedad viguesa. Fueron muchas sus donaciones a entidades benéficas de Vigo, como el monumento al Pescador de la plaza del Berbés, la dotación económica al Museo Quiñones de León, además de los terrenos en Alcabre para la construcción de un centro escolar.
Motopesqueros de Altura Reunidos (M.A.R.)
M.A.R., S.A. nació en Vigo en 1939 y fue fundada por Javier Sensat Curbera (foto derecha) y Carlos Gómez acompañados por una serie de industriales vigueses, como Casimiro Durán, los hermanos Massó, Hermenegildo Alfageme, Joaquín Davila, Angel Gándara y Eugenio Fadrique entre otros.
En esa época, estamos hablando de los años 40, durante la dura postguerra española, había una gran escasez de proteína para el consumo en España, por lo que se pensó que el bacalao podía ser una solución al problema.
Javier Sensat fue un visionario en el mundo de la pesca ya que imaginó un tipo de empresa que no existía hasta ese momento. El planteamiento de la empresa M.A.R. era bien distinto a las demás, ya que se preocupó de agrupar el mayor número de buques pesqueros y de ponerlos en producción bajo la misma dirección. Sus propietarios no perdían la propiedad de los barcos, simplemente los cedían a la sociedad para que los administrara unificando la compra de suministros y la venta del pescado, obteniendo una mayor rentabilidad.
Sus barcos trabajaron en todos los caladeros del planeta como el Gran Sol, Atlántico, Te-rranova, Sudáfrica, Chile, y Argentina. Utilizaban barcos del tipo: baca, bou, pareja y buques factoría.
(A la izquierda, el pesquero «Mar de Labrador», de la empresa MAR S.A.)
El «Mar de Labrador» fue uno de sus buques estrella, ya que fue su primer buque congelador. Fue encargado por la empresa MAR al astillero de Hijos de J. Barreras, siendo botado el 25 de marzo de 1965. El «Mar de Labrador» realizó numerosas campañas en el caladero de Namibia donde batió el récord de permanencia. Todos los buques propiedad de M.A.R. llevaban nombres de los distintos mares del mundo.
La factoria M.A.R.
La nueva factoría fue inaugurada por el General Franco el 16 de septiembre de 1955 en Orillamar (en la imagen inferior derecha). La planta fue considerada en ese momento la más moderna y grande de España (7.200 metros cuadrados).
La planta se amplió posteriormente con los edificios 2 y 3, situados, uno en la calle Jacinto Benavente y otro al lado de la factoría principal con el que estaba unido por un acceso aéreo. Poco después se construyó el edificio de Cordelerías M.A.R. en las proximidades de la factoría. Estaba dotada de la maquinaria más moderna para fabricar toda clase de cabos, hilos, cables y malletas para la pesca.
Los muelles de la factoría eran dos por lo que podía operar con dos parejas al mismo tiempo, tanto para descarga de capturas como para avituallamiento, pudiendo ser abastecidos de hielo, agua, gasoil o víveres.
Los trabajos que se realizaban en la planta baja de la factoría M.A.R. comenzaban por la manipulación del pescado de diversas especies que era sometido a congelación o secado en cámaras o túneles situados en dos plantas del edificio (abajo a la izquierda).
Javier Sensat y sus empleados
La preocupación social de la empresa M.A.R. encarnada en su presidente Javier Sensat fue manifiesta desde el principio, ya que siempre se preocupó por compaginar el desarrollo industrial con las atenciones sociales de sus empleados.
Prueba de ello es que cuatro de estos empleados, Antonio Martinez Couceiro, Constancio Veiga González, Alfonso Posada Sánchez y Franco Cobas González, enviaron una petición oficial a la alcaldesa Corina Porro en noviembre de 2006, con objeto de que el nuevo palacio de congresos (edificado en el solar de M.A.R.) llevara el nombre de Javier Sensat Curbera.
Una vez más los políticos locales representados por la alcaldesa Corina Porro estuvieron a la altura acostumbrada y denegaron la propuesta. (Bajo estas líneas, camiones de la C.A.T. en MAR)
He aquí dos testimonios de sus trabajadores: Alfonso Posada entró en M.A.R. en 1948 convirtiéndose en su secretario particular y recuerda las reuniones en la primera sede de la empresa: «Se reunían a charlar las personas más influyentes de Vigo, Antonio Alfageme, Gaspar y Antonio Massó, Angel de la Gándara, Eugenio Fadrique, Enrique Yáñez, Nicolás Peña, Isidoro Muíños, Enrique Lorenzo, Carlos Gómez, Luis Solano, Eliseo Vázquez, entre otros…»
«El señor Sensat vivía su trabajo con pasión. Era un hombre de empresa, un líder pero no autoritario. En su casa se reunían armadores y empresarios de la pesca en Vigo. El siempre se preocupaba por la gente humilde, colaboraba constantemente con obras benéficas. Tenía una sensibilidad fuera de lo común y una humanidad excepcional».
Franco Cobas entró en la empresa en 1955 con 16 años como auxiliar en prácticas al mismo tiempo que estudiaba Comercio. Logró una gran carrera en la empresa pues acabó como director de la factoría de frigoríficos. Tambien estuvo en el departamento de Contabilidad y fue inspector de barcos en la base de Canarias: «Siempre que antiguos compañeros hablamos de Javier Sensat nos emocionamos. Quizás en parte por el trato humano que había en la empresa, los trabajadores del grupo MAR eran buenos profesionales y así eran considerados en la ciudad».
(Bajo estas líneas, vista aérea de la empresa sin los rellenos en los que ahora se ubica el Auditorio).
El final
La declaración en 1982 de la Zona Económica Exclusiva respecto de la prohibición de explotación pesquera en la zona de 200 millas fue el principio del fin para la empresa M.A.R. En noviembre de 1989 la empresa M.A.R. presentaba expediente de suspensión de pagos. En aquellos momentos la deuda era de 4.000 millones de pesetas y la plantilla de 500 trabajadores. La suspensión se levantó en 1991 pero la empresa tuvo que cerrar meses más tarde.
El edificio de la factoría principal fue adquirido por el Concello de Vigo bajo mandato de Carlos Príncipe. Hoy en su lugar se levanta el palacio de congresos Mar de Vigo.
Fuente: 25 Empresas del Vigo de siempre. Ed. Cardeñoso.
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