El auténtico Halloween sólo se celebraba en la Escola Rosalía de Castro, un colegio de Vigo que fue precursor e innovador en muchos aspectos educativos, tanto en Galicia como en España. Uno de esas innovaciones ha sido la enseñanza del idioma inglés desde las edades más tempranas con la ayuda de profesorado nativo, y con una continuidad en muchas áreas formativas a lo largo de toda la trayectoria escolar. Así, sus alumnos terminaban —-y siguen terminando—- el bachillerato hablando correctamente el inglés. Su fundadora, Antía Cal, siempre tuvo muy claros los aspectos de una enseñanza moderna de calidad y sin fronteras. Y puesto que muchas profesoras y profesores de la Escola Rosalía de Castro eran originarios de Inglaterra, el colegio celebraba el Halloween cuando aquí aún no lo celebraba nadie e incluso se desconocía la existencia de esa fiesta de origen anglosajón. Muchas personas vinculadas con el mencionado centro escolar todavía recuerdan las dificultades, en aquellas épocas, para encontrar una calabaza en el supermercado o en la tienda de la esquina. Luego ya fue popularizándose y hoy es un motivo de ingresos para muchos comercios y establecimientos hosteleros.
En honor a la verdad, también es preciso añadir que muchas personas mayores aún recuerdan que en los pueblos y en las aldeas de Galicia ya era una costumbre muy arraigada el vaciar las calabazas, hacerles unos huecos para los ojos y la boca, y ponerles una vela encendida en su interior; era una experiencia más vistosa que poco aterradora para los más pequeños, pero de muy agradable recuerdo para los que ya peinan canas.