Se celebra en la Bahía de Vigo el encuentro entre el joven rey de España, don Alfonso XIII, y el káiser Guillermo II de Alemania. Como nosotros aun tardaríamos once años en venir al mundo, dejaremos que sea la pluma galana de nuestro llorado maestro don Prudencio Landín quien nos rememore la histórica jornada:
«Contemplé aquel suceso muy de cerca, disponiendo de las facilidades que proporcionan el desempeño de una función periodística… ¡Cuántas cábalas alrededor de aquella entrevista! Era entonces nuestro rey el soberano más joven del mundo. El emperador Guillermo representaba el imperio más fuerte y mandaba el ejército más poderoso…; pudimos saber muchos años después… que el emperador exploraba la voluntad de nuestro rey para futuras empresas, temeroso de la preponderancia británica. Don Alfonso no quiso comprometerse a nada, mas que a defender la neutralidad de España… el 15 de marzo las salvas del cañón anunciaron que entraba en Vigo el vapor del Lloyd Alemán «Koening Albert» con el magnífico káiser… Lo custodiaba el crucero «Prinz Friedrich» y fondeó muy lejos del muelle de A Laxe. Nuestro acorazado «Pelayo» engalanó sus mástiles y lo mismo hicieron el yate real «Giralda» y los torpederos «Urania», «Audaz» y «Núñez de Balboa»… casi a la misma hora llegaba a Vigo el tren real con Alfonso XIII, en medio de una oleada de entusiasmo… Los primeros saludos en la estación partieron del alcalde Pérez Boullosa y de los exministros Urzaiz y Besada… El desfile por la calle del Príncipe fue algo grandioso, poco después embarcaba Alfonso XIII en el muelle del Comercio, a bordo de una lancha del «Pelayo». El rey salió con ligereza y hasta con gracia… El emperador, de almirante, esperaba, con su lucido séquito en el portalón del barco al joven monarca. Este subió sereno y arrogante la escalera, vistiendo el vistoso uniforme del coronel de Hulanos. Al encontrarse, se inclinaron sobre el pecho aquellas dos cabezas, ceremoniosamente… Seguidamente se abrazaron y besaron… (de mi viejo carnet, I 43-49)». Quede la crónica en el beso, pues no hay espacio para más.
15 de marzo de 1904. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Ediciones Monterrey, 1960).