Esta es la imagen de un rincón poco visitado de la ciudad de Vigo. Se trata de la pequeña plaza frente al Hogar San José, al lado de la histórica iglesia de San Francisco, en la parte superior de un enorme muro sobre el que antaño aún batían las olas. Desde esa plaza se pueden observar las instalaciones del puerto pesquero y el mar, cada vez más alejado por el progreso y el crecimiento de la ciudad. A uno de los lados de esa puerta de la Casa de Caridad existe un peto de ánimas que también pasa inadvertido y del que no está de más recordar su presencia porque, además de su belleza, las limosnas contribuyen a su sostenimiento.