La fotografía está tomada en una calle del centro de la ciudad de Vigo. Como se ve, unos colchones y unos somieres sirven para completar el cierre de una pequeña finca que ha quedado rodeada de edificios. Quizá tengamos la ciudad más limpia de España, pero la responsabilidad de mantenerla limpia y libre de desperdicios no puede recaer exclusivamente sobre el Concello. Estos desechos deberían reciclarse y exigir que el cierre cumpla unas mínimas normas de estética urbana.