Esta es una imagen verdaderamente insólita para las viguesas y los vigueses y para la gente del entorno: el despacho de gofres de la Rúa Príncipe, frente al que se forman enormes filas con personas de todas las edades a la espera de ser atendidos, está completamente vacío. Lo cierto es que el éxito sigue acompañando a este negocio, y lo que se observa tiene una sencilla explicación. La fotografía está tomada a últimas horas de la tarde, cuando los establecimientos comerciales ya han cerrado sus puertas. En la ciudad de Vigo, el cierre comercial conlleva que la mayoría de las calles se queden prácticamente desiertas, y esto es lo que también ocurre en la popular calle viguesa. Los gofres de la Rúa Príncipe tienen éxito para rato.