Uno de ellos circula en sentido contrario poniendo en peligro al resto de los conductores y transeúntes. Sin embargo, esta acción imprudente no tuvo ninguna repercusión y consiguió salir impune a la vista de todos los presentes. Las infracciones de tráfico son bastante frecuentes y denotan la necesidad de un aumento de la plantilla de la Policía Municipal, así como el aumento de la vigilancia en calles y plazas, quizá algunas patrullas de movilidad urbana. No se trataría de llevar a cabo acciones intimidatorias ni recaudatorias, simplemente se trataría de vigilar el incumplimiento de la ley y de proteger al resto de la ciudadanía. En esta ocasión no ocurrió nada, pero quien realizó la infracción de un modo tan gratuito seguramente volverá a repetirla, y quizá el final no sea el mismo.