Esta fotografía está tomada hace unos días en la ciudad de Vigo y refleja la irresponsabilidad o la inconsciencia de muchas personas ante la pandemia del Covid-19. La hostelería de la ciudad está sufriendo unas limitaciones que conllevarán el cierre definitivo de algunos establecimientos que no podrán soportarlo, además de la pérdida de numerosos puestos de trabajo. La pandemia ha seguido avanzando a pesar del cierre del sector hostelero. Lo cual demuestra que la hostelería no es el principal foco de contagio. Por lo tanto, debiera ponerse fin a un cierre que resulta injusto e injustificado. La apertura total de la hostelería podría aprovecharse como control de fiestas y reuniones, algo que será imprescindible en las próximas fiestas navideñas.
La imagen que acompaña este comentario es una demostración de que la gente agudiza su ingenio y sigue reuniéndose donde puede, incluso encima y alrededor de esas tarimas de una terraza que está desmontada por las restricciones. Pero mientras la población no asuma su propia responsabilidad individual los avances contra la pandemia serán pequeños. Y no es una cuestión de cultura, sino de civismo. Algunas personas se niegan rotundamente a utilizar la mascarilla amparados por la falta de vigilancia y la inacción de las autoridades. Y cuando alguien le reprocha con argumentos de sobra conocidos a esa persona que se niega a llevar la mascarilla, la respuesta es, cuanto menos, despectiva, si no violenta. Y así nos va.