El Instituto Santa Irene comenzó su andadura en el curso 1945-46 y se construyó con la donación de unos fondos económicos y unos terrenos donados por Policarpo Sanz para dedicarlo a su esposa, Irene Ceballos. Su construcción resolvió el problema de la ubicación definitiva del único instituto que existía en la ciudad de Vigo desde 1927 y que a los largo de los años había estado cambiando de instalaciones. Por sus aulas han pasado miles de personas y durante años, desde la construcción del instituto Santo Tomé, fue conocido como “el masculino”, puesto que el otro, por su parte, era dedicado solamente para mujeres, con un modelo de enseñanza que se impartía separada por sexos. Entre los profesores que han impartido clase en sus aulas destacan importantes personajes de la cultura gallega, como es el caso de Xosé Luis Méndez Ferrín. Pero el edificio va envejeciendo con el paso de los años y en estos momentos va a ser sometido a una profunda remodelación, tal como anuncia el cartel colocado en la verja de entrada.