Un amable lector, José Luis R., nos envía esta fotografía como prueba de la invasión de furgonetas de reparto en zonas peatonales de la ciudad de Vigo. La mencionada invasión va acompañada de los agravantes del horario y de la coincidencia con la escala en el puerto de dos grandes cruceros llenos de turistas que no podían pasear tranquilamente por la ciudad.
Es evidente que el reparto es inevitable y hay que llevarlo a cabo, pero es necesario estudiar unos intervalos horarios compatibles con todos los intereses, algo que tiene que llevar a cabo el Concello de la ciudad de acuerdo con los repartidores e interesados.
Pero tampoco se debe obviar que el turismo es una importante fuente de ingresos, de tal modo que la situación anárquica que estamos comentando no beneficia a ninguna de las partes, ni a la hostelería ni al comercio, que se benefician del turismo, pero tampoco a estos visitantes que no pueden circular con tranquilidad y acercarse a los bares, los restaurantes y los comercios. Está claro que el Concello de Vigo tiene que resolver ese problema.