En las últimas semanas proliferan los trabajos de jardinería en la ciudad de Vigo. Diferentes rincones, calles y plazas, son motivo de arreglos y reposición de flores y plantas. Se trata de una tarea compleja que conlleva un gran esfuerzo de tiempo y mano de obra, como consecuencia, los resultados finales son positivos y saltan a la vista.
Esta fotografía, tomada en la intersección de la Avenida das Camelias con la Rúa Romil, da buena cuenta de ello: un operario, encaramado a lo alto de un enorme olivo gracias a un elevador, poda y retoca las ramas que crecen de un modo anárquico.
Está claro que la ciudad de Vigo, de un tiempo a esta parte, no escatima medios para mantener las humanizaciones. Un acierto.