Su labor también es reconocida con sendas estatuas en Chile, Paraguay, Brasil, Perú, Israel y Estados Unidos. Sus restos, luego de un complejo itinerario por diversas localizaciones, se encuentran en el mausoleo subterráneo bajo la estatua ecuestre de la Plaza Independencia de la ciudad de Montevideo, custodiados por “blandengues”, unidad militar de caballería de Uruguay autorizada por el rey Carlos IV de España para proteger las fronteras del virreinato del Río de la Plata.
El nombre de “blandengues” se debe a cierta ocasión en la que la que los componentes de la mencionada unidad blandió sus lanzas en homenaje a las autoridades cuando les pasó revista un gobernador.