La fotografía está tomada en la glorieta de Juan XXIII, en la confluencia de la Rúa Torrecedeira y la Rúa Paz, en la ciudad de Vigo. Se trata de una localización muy concurrida tanto por transeúntes como por el tráfico rodado. Es muy probable que al papa Juan XXIII le gustara la naturaleza, sin embargo, el crecimiento desproporcionado de estos arbustos que habitualmente decoran la glorieta le resultarían agobiantes porque no permiten ni siquiera ver la estatua.
Desde aquí pedimos al Concello que recorte un poco esos arbustos para no desmerecer ni la estatua ni el personaje que representa.