Esta es la imagen que presenta estos días el río Lagares a su paso por el parque de Castrelos, en la ciudad de Vigo. Pocas veces se ha visto este río con tan poco caudal. El motivo es la climatología de un verano que resulta sorprendente por la abundancia de días soleados, pero también, por contra, por la falta de lluvias, que conlleva problemas como el que ahora se comenta.
Algunas personas de avanzada edad aún recuerdan cuando en su niñez se bañaban y jugaban en el río, con aguas transparentes y en el que entonces incluso había truchas. Ahora ni siquiera hay caudal suficiente para cubrir el lecho. La situación, sin duda, resulta preocupante.