Es una lástima que la barandilla de la ampliación del puente de Rande tape las magníficas vistas de la ría de Vigo, algo que no ocurría antes. Al colocar los dos carriles laterales, alguien ha tenido la —desgraciada— idea de añadir unas barandillas más altas que las existentes, impidiendo el disfrute de las vistas.
Sin duda, esto no debe importar a las personas que van conduciendo, pero sí a quienes van de acompañantes, que sólo pueden ver lo que muestra la fotografía.
Aún se está a tiempo de corregir este despropósito, del mismo modo que aún se está a tiempo de iluminar adecuadamente con luces led los tirantes y las columnas del puente, ahora que ese tipo de iluminación no constituye un gasto excesivo y, en cambio, favorece una imagen espectacular de la estructura.