Se trata de una pequeña ermita ubicada en el barrio de O Freixo, en Valadares, concretamente en la carretera de San Xoan. Los vecinos cuentan que antaño el marqués de Valadares acudía allí con regularidad montado a caballo para rezar. En la fachada del edificio resultan muy curiosas las troneras, que pueden apreciarse en la imagen.
Se trata de pequeñas ventanas —en este caso horizontales— por donde se podían introducir las armas de fuego en caso de necesaria defensa, evitando, a su vez, que entraran los disparos de los atacantes. Es una zona tranquila camino del Monte dos Pozos, donde las vistas son espectaculares.