Esta es la iglesia de La Soledad, en la ciudad de Vigo. Muchas personas desconocen que originalmente iba a ser la capilla privada del obispo Leopoldo Eijo Garay, que la pagó de su propio bolsillo. El edificio se construyó en las inmediaciones de su residencia y fue diseñado por el arquitecto Antonio de Cominges Tapias en 1957. Se trata de una imitación, a menor tamaño, de la iglesia de La Madeleine, en París, y se terminó de construir en 1962, un año antes de su muerte. Al año siguiente, sus herederos la donaron al Obispado de Tui y desde 1970 está abierta al público como parroquia. Desde entonces, la iglesia de la Soledad es una de las huellas del obispo Eijo Garay, pero pocas personas conocen su historia.
La biografía de Eijo Garay no tiene desperdicio. Era de origen humilde, pero tuvo una vida muy intensa y muy influyente, tanto en el mundo religioso como también en la cultura y en la política. Nació en una casa que hacía esquina en la Rúa Areal con la Rúa Canceleiro, de Vigo, en 1878. Su carrera religiosa resultó meteórica. En 1914, con 36 años, es nombrado obispo de Tui y se convierte en uno de los obispos más jóvenes de la época. Pocos años más tarde es nombrado obispo de Vitoria y luego, en 1923, es nombrado obispo de Madrid-Alcalá, puesto en el que se mantiene durante cuarenta años, siendo el más duradero de un obispo español.
Anecdóticamente, en 1946, el entonces Papa Pío XII lo nombra Patriarca de la Indias Occidentales, un título honorífico que estaba relacionado con el interés español de la época por recuperar el antiguo imperio de España. El rimbombante título de Patriarcado de la Indias Occidentales está vacante desde entonces, pero sigue existiendo porque nunca llegó a ser suprimido.
Eijo Garay vive los años más convulsos de la historia reciente de España posicionándose al lado de Franco. Curiosamente, el 20 de mayo de 1939, organiza en Madrid, junto con 19 obispos, una ceremonia religiosa presidida por Francisco Franco para ofrecer a Dios la victoria de la Guerra Civil. No es extraño, por lo tanto, que fuera designado por Franco como consejero nacional de la Falange Española Tradicionalista y de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista). Asimismo, también fue procurador en Cortes.
Entre las numerosas curiosidades de este personaje cabe destacar que fue el promotor de que Francisco Franco acudiera a los actos religiosos bajo palio. Además, Eijo Garay fue un acérrimo defensor del Opus Dei y consagró a sus tres primeros sacerdotes.
En su dilatada biografía también es preciso destacar que fue miembro de la Real Academia española y de la Real Academia Gallega, y que se le llegó a conceder la medalla de Oro de la ciudad de Madrid en 1948, aunque le fue retirada en 2016 en base a la aprobación de la Ley de Memoria Histórica. Eijo Garay falleció en 1963, siendo el último obispo de Madrid, pues al año siguiente el mencionado obispado fue transformado en archidiócesis. Eijo Garay deseaba ser inhumado en esa iglesia de La Soledad, de Vigo, en lo que era su capilla privada, sin embargo, y en contra de su voluntad, fue enterrado en Madrid, en la Sacramental de San Isidro. Leopoldo Eijo Garay fue, sin duda, uno de los personajes más importantes e influyentes del franquismo, y cabe destacar que nunca renunció a sus raíces gallegas.