Se abre al culto el nuevo templo parroquial de Santa María (Colegiata), al cabo de veintitrés años de la ruina del anterior acaecida del modo que relata la siguiente acta: «El domingo 28 de marzo de este año, día feliz y de eterna memoria en esta plaza, aniversario de la Reconquista del poder de los franceses, enemigos los más inhumanos y crueles del mundo todo, milagrosamente emprendida y costosamente lograda por los paisanos del país, que supieron acabar con la canalla, cuya función solemne se celebra anualmente por la reunión de sus votos, junto el pueblo y gente de las inmediaciones, impelidos de sus sentimientos patrióticos para tributar al Dios de las Victorias los más devotos y tiernos cultos en su santo templo, como casualmente se volase el repuesto de pólvora del Castillo de San Sebastián, la explosión por ella causada fué bastante para que en este débil edificio hiciese contrarias vibraciones en acción de desmoronarse, reduciendo a cenizas las Ministros del Altar que en sus aras celebraban la misa solemne; este Ayuntamiento más autoridades y la inmensidad de concurrentes que consternados esperaban el momento de su desgraciada muerte, huyeron precipitados y asustados sin creerse en salvo hasta fuera de la población. Acordó esta comisión al día siguiente se formalizase exacto reconocimiento del edificio por maestros inteligentes, que unánimemente declararon debía procederse inmediatamente a su demolición, por no hallarse en estado de impedir su ruina con muchos apuntalamientos y escoriaciones». (Arch. Municipal).
Ocurría este accidente el 28 de marzo de 1813. El ayuntamiento solicitó del Rey autorización para reconstruir el templo a base de ciertos arbitrios, le fué concedida, se encargaron los planos al maestro compostelano don Melchor del Prado y Mariño, gran artista del buril, y fué colocada solemnemente la primera piedra el 26 de junio de 1816, siendo comandante militar de Vigo el Mariscal de Campo don Alejandro Oxea; juez presidente del Ayuntamiento don José Antonio Alonso Caballero; regidores, don Lorenzo Llorente y Romero, don Buenaventura Marcó de Pont, don Norberto Velázquez Moreno, don Gabriel Méndez de Quirós y don Pedro Abeleira; diputados del común, don Francisco J. Pérez y don Antonio Paz; Síndico, don Pedro R. Fernández Barreiro; prior de la Colegiata, don José Antonio Laxe, y racioneros, don Manuel González y don José María Salgado. Actuó en la bendición el obispo de Túy, don Juan García Benito.
13 de marzo de 1836. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Ediciones Monterrey, 1960).