En esa colina, según cuentan las personas que lo vivieron de cerca en el primer cuarto de siglo, cuando eran niñas y niños que disfrutaban de su niñez sin conocer el futuro bélico que se aproximaba, existió una cantera que no quedaba muy lejana del actual Parque de Castrelos. Esa misma colina, según cuentan, servía para excursiones festivas de muchas familias viguesas. Pero los tiempos han ido cambiando y el perfil actual de la colina ya nada tiene que ver con aquel pasado del que casi no quedan testigos.