La fotografía muestra unos pimientos realmente vistosos traídos de países tropicales americanos. Nosotros, las gentes de Galicia, acostumbrados a los deliciosos pimientos de Arnoia y a los famosos y no menos apetitosos pimientos de Padrón, nos sorprendemos cuando vemos estos productos. Sin embargo, en estos tiempos en los que se mezclan las culturas, tenemos que abrirnos a nuevas ofertas y posibilidades gastronómicas. Sin menospreciar los nuestros, estos pimientos americanos le confieren un sabor indescriptible a los guisos y estofados, y esos colores tan espectaculares que aparentemente avisan de un picor insoportable, engañan. Estos productos entran en España por Vigo, nuestra ciudad, que ha sido la puerta de salida de la emigración y ahora es uno de los destinos de la inmigración. Vigo siempre ha presumido de ser la puerta del Atlántico y lo sigue siendo. Vigo es y debe ser una ciudad tolerante y abierta, y también merece la pena probar esos productos, siquiera para conocer los sabores de quienes comparten nuestra vida cotidiana, porque realmente no son competencia, sino que enriquecen lo que ya tenemos.