Debemos recordar que la empresa automovilística con el doble chevron en su logo, fue fundada por el ingeniero André Citroën en 1913 con el nombre de Sociedad de Engranajes Citroën. En 1919 fabrica el primer modelo Citroën, el Type A, el primer coche europeo fabricado en serie.
André Citroën organiza el sistema de producción en serie según el modelo del norteamericano Henry Ford. Además es un innovador en marketing y publicidad organizando una gran red de concesionarios y de servicio post-venta. Fue capaz de introducir un gran número de innovaciones técnicas y cuida también a sus trabajadores con nuevas medidas en el aspecto laboral y social.
En 1934 los problemas financieros le obligan a vender su empresa a los hermanos Michelin. Un año más tarde muere de cáncer, pero su nombre quedará para siempre como un grande de la industria francesa y europea.
Fábrica en España
Llegados a 1956, la empresa francesa necesita expandirse y sus dirigentes se fijan en España que comienza a despegar después del parón de la guerra civil. Sólo había que elegir el lugar adecuado, pero los franceses habían puesto sus ojos en Navarra, concretamente en su capital Pamplona.
Por aquellas fechas el industrial establecido en Vigo Félix Santamaría, tuvo noticias de que la compañía Citroën quería establecer una planta de producción en España y además que el Barón de Roure, Director General de la marca francesa, llegaría a Madrid en pocos días, según nos cuenta en una entrevista en Faro de Vigo:
«Fueron unas gestiones muy intensas que no largas, porque los franceses estaban a punto de firmar en Pamplona, pero por las relaciones que yo tenía con el exministro González Bueno supe que estaban gestionando la instalación de una factoría de Citroën en España. Nos reunimos con personalidades viguesas y del Consorcio de la Zona Franca, en particular Torres Quiroga, entonces secretario y propusimos presentar una candidatura».
«Se envió un dossier con bastante escepticismo. Me entrevisto con el ministro en Madrid y veo que ni había visto el dossier que le habíamos enviado. Al día siguiente llega el Barón de Roure, Director General de Citröen, con destino a Pamplona para ultimarlo todo, lo recojo en el aeropuerto de Barajas y con la conformidad de Gonzalez Bueno, lo traigo a Vigo. Era el 5 de agosto de 1956. Entre todos conseguimos convencer al Barón de Roure y a sus acompañantes de la propuesta viguesa».
Después del encuentro, el ejecutivo francés le envía una misiva a Félix Santamaría agradeciendo las atenciones y confirmando que están interesados en la propuesta viguesa para el establecimiento de su nueva planta.
La delegación viguesa puso en valor en aquellas negociaciones las bazas de nuestra ciudad, como eran la existencia de Zona Franca con la ventaja que suponía a nivel fiscal y la situación de nuestro puerto con buena comunicación con la Bretaña francesa, donde la marca francesa tenía fábrica de componentes del automóvil.
Después de un período donde se sucedieron gestiones al más alto nivel, la planta de Citroën no fue a tierras navarras sino que recaló en nuestra ciudad, lo que quedó registrado oficialmente en el B.O.E. del 8 de julio de 1956, mediante el cual se autorizaba la fabricación del modelo 2CV en la Zona Franca de Vigo.
La nueva sociedad, Citroën Hispania, S.A. contaba con un capital de 100 millones de pesetas y aportaba un contrato de cesión de patente y asistencia técnica con la Societé Anonyme André Citroën de Paris para la fabricación del Citröen 2 CV en sus versiones de furgoneta, berlina, pick-up, chasis y cabinado. También por dicho contrato la sociedad quedaba autorizada a utilizar la marca Citroën y a exportar sus vehículos a cualquier país.
Mientras no se dispone de la planta de la Zona Franca, comienza su actividad en unos antiguos almacenes de la Aduana en la calle Montero Rios, donde se empieza a ensamblar la furgoneta AZU, versión del 2CV, con un centenar de trabajadores. Un mes después de la apertura 25 de estas furgonetas embarcan en el puerto de Vigo con destino a Casablanca en Marruecos.
El 10 de abril de 1958 se ponía la primera piedra de la nueva planta en la Zona Franca de Balaidos. Comenzaría a funcionar an agosto de 1959 con las naves A y B. La furgoneta 2CV comenzó a venderse bien en España, ayudando a motorizar el campo español.
Félix Santamaría García de Larenas
Gracias al industrial Félix Santamaría, nuestra ciudad contó a partir de entonces con un maná industrial que ha proporcionado miles de puestos de trabajo. Es triste reconocer que Félix Santamaría sigue siendo un desconocido en Vigo, ciudad que le debe un gran homenaje por su aportación en unas gestiones tan fructíferas.
Félix Santamaría García de Larenas nació en 1914 en Chile, hijo del empresario gallego José Santamaría de Abalde y la chilena Berta García, que fallecieron en el naufragio del transátlantico Príncipe de Asturias en las costas brasileñas el 5 de marzo de 1916. Félix fue criado por su familia viguesa gracias a lo cual recaló en nuestra ciudad.
Félix empezó a trabajar con 12 años, estudió radio en una universidad a distancia de Estados Unidos además de química de forma autodidacta, fue investigador en materiales plásticos en Milán, inventó docenas de cosas, como la batería de plástico de los automóviles que vendió a la firma italiana Marelli, fue secretario del consulado español de Oporto por oposición y siempre rechazó distintos cargos públicos que le fueron ofrecidos.
Hoy gracias a Félix Santamaría García de Larenas, la planta viguesa de Balaídos da trabajo a 6.700 trabajadores que fabrican 296.000 vehículos al año, cuya cuarta parte va destinada a la exportación.
A mitad del pasado diciembre, se confirmó la decisión del lanzamiento de la próxima generación de vehículos comerciales ligeros (Proyecto K9) que serán fabricados en la Citroën viguesa, lo que asegurará miles de puestos de trabajo en los próximos años en nuestra ciudad. Félix Santamaría seguro que se alegró al conocer la noticia.
Fuente: 25 Empresas del Vigo de siempre. Ed. Cardeñoso.
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