Así luce una gran parte de la fachada marítima de la ciudad de Vigo. La fotografía está tomada desde el muelle de Trasatlánticos y en ella se muestra una parte de O Berbés y una parte del lado oeste de la ciudad. La fachada se ha ido cerrando al mar como consecuencia de las diferentes actuaciones urbanísticas llevadas a cabo durante las últimas décadas desde mediados del siglo XX, curiosamente, una de ellas se denominaba “Abrir Vigo al mar”, que completó el cierre de algunas partes.
De aquellas incomprensibles e irrespetuosas decisiones urbanísticas heredamos el edificio del Concello, que puede observarse en la parte central de la fotografía. Pero también hay otras actuaciones absurdas más recientes cuyos responsables tienen nombre y apellidos, como ese edificio horizontal a la izquierda, al que finalmente se le ha buscado utilidad con oficinas de servicios.
En la actualidad, el complejo industrial de La Panificadora, que en la fotografía aparece a la derecha del edificio del Concello, va desmoronándose. Todos son proyectos para La Panificadora, pero ninguno se ha convertido —ni va camino de hacerlo— en una realidad tangible, todo son palabras y páginas de periódicos. Un poco más a la derecha está el Barrio do Cura y el Paseo de Alfonso XII —con su barandilla aún vallada—, todo sigue a la espera de no se sabe qué. Y esto es lo que se puede observar desde el mar, porque desde el interior de la ciudad la cosa es aún más dramática.