Quienes se pregunten qué ha sido del interior de la iglesia del antiguo asilo de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que estaba ubicado en la Rúa Pi y Margall, de Vigo, ya tienen la respuesta. El antiguo edificio había sido inaugurado en 1910, después de 18 años de construcción. Al cabo de casi cien años de servicio, en 2001, las instalaciones ya no reunían las condiciones adecuadas y la congregación y los residentes se trasladaron a las nuevas, conocidas en su conjunto de edificio y zonas ajardinadas como Residencia Santa Marta, en el barrio de Alcabre, ocupando una superficie total de 12.000 metros cuadrados. Todo el contenido de la iglesia de Pi y Margall fue trasladado y se encuentra primorosamente cuidado. Del mismo modo que la imagen de San Antonio que estaba en una de las ventanas y en cuya hucha depositaban numerosas limosnas. La fotografía da buena cuenta de la nueva iglesia y de la instalación del antiguo retablo. Es preciso recordar que el asilo constituye una gran obra social y desinteresada que merece el reconocimiento y las aportaciones de toda la ciudadanía, porque se mantiene, sobre todo, gracias a la caridad y la labor de la congregación y las personas colaboradoras.