Apellidarse Vigo es muy poco vigués. Porque es más fácil encontrar a una persona con ese apellido en el Perú que en O Berbés. O paseando por la plaza de María Pita que por la calle del Príncipe, ya que hay 10 veces más personas apellidadas Vigo en A Coruña que aquí.
En Cuzco, en Arequipa o en Lima está la mayor concentración mundial de apellidos ‘Vigo’, con sus 14.008 registros, que suman más que los siete países que le siguen, incluyendo España e Italia, que discuten el origen de esta filiación. Porque el genealogista Fernando González-Doria, autor del Diccionario Heráldico y Nobiliario de los Reinos de España, afirma que una rama de ‘Vigo’ se extendió desde el Noroeste en la Edad Media, con la Reconquista. Pero otra, muy importante, proviene de la ciudad de Génova, en Italia. De allí procedía el caballero Alberto Vigo, que en tiempos del emperador Carlos I de España y V de Alemania sirvió en las guerras contra Francia. Así que su origen puede estar en la ciudad olívica o en la bota italiana. Pero, al final, en gran parte terminaron en las faldas de los Andes.
Porque, según el registro internacional de apellidos Forebears, en Perú hay 14.008 registros, que triplican los 4.242 de España o los 4.121 de Argentina. Italia, con 3.572, ocupa el cuarto puesto, mientras que le siguen Filipinas (quinta, con 2.964) y Paraguay (1.417).
Pero, dentro de España, es sorprendente que en Vigo haya muy pocos apellidos Vigo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrece datos por provincias En la de Pontevedra aparecen 156 apellidos Vigo, mientras en A Coruña son 1.329 y, en Lugo, 389. En total, en toda España, 3.943 han sido inscritas con este nombre de familia. También superan a la provincia pontevedresa las de Barcelona, Málaga, Madrid y Valencia.
Hay que tener en cuenta que la ciudad de Vigo, con sus casi 300.000 habitantes y más de medio millón en su área metropolitana, no es el único Vigo ni siquiera de Galicia. En la provincia de Pontevedra, Vigo sólo hay uno, el nuestro. Mientras que en A Coruña hay cuatro, correspondientes a otras tantas aldeas situadas en Fisterra, Dodro, Miño y Malpica. Y la propia Lugo tiene también su Vigo, emplazado en el Camino Francés a Compostela y llamado por ello Vigo del Real, en el municipio de Samos.
Los Vigo pueden presumir de su propio escudo de armas. Aparece reseñado por González Doria y, curiosamente, tiene un chevrón, como el símbolo de Citroën. Su descripción es la que sigue: “En campo de gules, un chevrón de oro, acompañado de tres estrellas de oro, acompañado de tres estrellas de plata”. No está claro que todos los vigueses, por el hecho de serlo, puedan encargarse este blasón para colgarlo en el salón y deslumbrar a las visitas.
Por cierto, en Estados Unidos tenemos también un Vigo: Vigo County, en el estado de Indiana, que cuenta con poco más de cien mil habitantes. Su capital es la ciudad de Terre Haute y debe su nombre a Francis Vigo, un italo-estadounidense que se distinguió durante la Guerra de la Independencia Americana. Este señor, obviamente, era de la rama de Génova.
Así que apellidarse Vigo no resulta demasiado vigués…
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