Las últimas noticias informan sobre el comienzo inminente de las obras en el Barrio do Cura, de Vigo. Sin embargo, habido tantos anuncios de ese esperado comienzo y que luego resultaron falsos, que ahora la ciudadanía ya no se cree absolutamente nada hasta que vea los comienzos de la cimentación y instalación de las primeras placas. Y puede que los promotores y quienes hayan comprado un piso o un local allí tampoco se lo crean.
Lo ocurrido durante todos estos años con el Barrio do Cura es una auténtica vergüenza, una burla con tanto anuncio falso, y esto da cuenta de que el urbanismo de Vigo es una fábrica de falsedades anunciadas a los cuatro vientos y un desconcierto, puesto que todavía no está operativo el plan urbanístico —-PXOM—- y, sin embargo, algunos permisos singulares de construcción son concedidos bajo oscuros criterios —-o intereses—- que nadie se explica. Todo esto bloquea las iniciativas de los promotores inmobiliarios y constituye, asimismo, un mecanismo que favorece el aumento del precio de la vivienda, motivado por una escasez que parece diseñada por Maquiavelo.
En los últimos años se han hecho muchas cosas buenas en la ciudad de Vigo y es preciso reconocerlas, pero el urbanismo es un desastre. Esperemos que en un futuro el urbanismo de Vigo caiga en manos más profesionales y coherentes que ahora. El paso del tiempo y la historia pondrán a cada uno en el sitio que se merece y, del mismo modo que ahora se comentan las aberraciones urbanísticas de décadas pasadas, en un futuro saldrá a la luz la incompetencia de la actual concejalía.