Es una masa monstruosa de agua que se desplaza a veces en silencio y en otras ocasiones de modo tumultuoso. Sin embargo, la ría de Vigo resulta un lugar adecuado para la navegación placentera a vela o a motor, un refugio natural que es conocido desde tiempos históricos. Sus aguas suelen estar muy concurridas con embarcaciones de todos los tipos y tamaños, y en el caso de las que navegan a vela, el viento se encarga de empujarlas de un modo silencioso y rítmico con el vaivén de las olas, como flotando sobre el agua. En la fotografía se puede observar un gran velero que parece diminuto en comparación con la que parece una enorme montaña y que es, en realidad, el pico más alto de las Islas Cíes, con 197 metros y ubicado en la isla norte, en la isla de Monteagudo; todo es una cuestión de perspectiva y de relatividad.