Esta caja gris rectangular delata el avance de una tendencia actual y polémica: los pisos turísticos. Lo cierto es que siempre han existido pisos y casas de alquiler para turistas, lo que se llamaban viviendas de temporada. Sin embargo, en la actualidad comienzan a proliferar por todas partes, como consecuencia de su rentabilidad, y la ciudad de Vigo no se queda al margen. Esa caja de la fotografía, precisamente, está anclada a la barandilla de un mirador de la ciudad olívica y pasa casi inadvertida, pero en su interior esconde la llave de uno de esos pisos. El turismo no tiene por qué resultar molesto, cuanto más que resulta una gran fuente de ingresos, pero una parte del conjunto de turistas no respeta las mínimas normas de convivencia y eso resulta perjudicial. Además, constituyen una competencia desleal para el sector hotelero mientras no se equilibren los impuestos. Así las cosas, muchas comunidades de vecinos se apuran a modificar sus estatutos para prohibir su puesta en marcha. Está claro que nadie está de acuerdo con ellos, sobre todo con su vecindad, salvo las personas o entidades que ejercen su propiedad.