A estas alturas del año siguen echándose en falta las lluvias de otoño. Los embalses que surten a la ciudad de Vigo tienen un buen nivel, pero la situación no deja de ser algo preocupante. Nunca fue tan deseada la imagen de los parques olívicos en días de lluvia, unos parques llenos de melancolía, de tristeza, tal como refleja esta fotografía tomada en la Alameda. Así las cosas, cualquier día de lluvia es bienvenido.